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El Celler de Can Roca, de la cuna a los fogones

La pasión por los sabores, un equipo de choque, un enorme trabajo y una imaginación fértil son los ingredientes del Celler de Can Roca, que ha llevado la cocina española a la cima de la gastronomía mundial.

Situado en Girona y fundado en 1986, el Celler de Can Roca, con sus 3 estrellas Michelin, ha sido considerado en 2012 por la revista inglesa Restaurant como el 2º mejor restaurante del mundo, por segundo año consecutivo.

Este restaurante, esta forma de entender la gastronomía, es una mezcla de las enseñanzas de Montserrat Fontané y la imaginación de sus tres hijos: Joan, Josep y Jordi. Sus platos han sido considerados dignos de estar en el MoMA (The Museum of Modern Art de Nueva York) o en el Guggenheim de Bilbao.

 

El Celler de Can Roca

El Celler de Can Roca

Los hermanos Roca son de esos cocineros cuya afición por los fogones les viene transmitida por vía genética. Sus abuelos regentaban una fonda y sus padres el Can Roca, restaurante al lado del que crearon su famoso Celler, y donde los tres siguen yendo a comer los platos que les prepara su madre.

Con la experiencia empresarial que los grandes restaurantes del mundo han sacado de la historia de El Bulli, en el Celler han sabido diversificar el negocio con otro tipo de actividades económicamente rentables: una empresa de Catering y una heladería, Rocambolesc, que vuelve a sorprender por su sencillez y originalidad.

Todo negocio debe ser bien administrado pero mucho más uno familiar, y por ello los hermanos han dividido sus tareas en: cuiner (cocinero, en catalán) (Joan), cambre de vins (camarero de vinos, Josep) y pastisser (pastelero, Jordi). Más allá del concepto empresarial, los hermanos Roca apuestan por una cocina mediterránea tradicional sin menospreciar las aportaciones de las grandes tradiciones culinarias del mundo.

Son artesanos de la gastronomía y ese amor por lo tradicional mezclado con la originalidad y la vanguardia destaca en sus platos. Sus recetas, elaboradas a partir de la cultura gastronómica catalana, se enriquecen con el dominio de las técnicas mas elaboradas de los grandes creadores de la alta cocina.

A raíz de un encargo de la marca Calvin Klein, realizaron una “adaptación” de su perfume Eternity, actividad que se ha convertido en tradición haciendo interpretaciones de otras esencias de Carolina Herrera, Dior, Bvlgari, o Lancôme.

Perfección, originalidad, combinación ideal, sabiduría son palabras asociadas al Celler de Can Roca. Hace más de 25 años que empezó un sueño de tres hermanos, una verdadera fábula con todos los ingredientes de los buenos cuentos y con un final feliz que, por suerte, sólo termina cuando llegamos a la carta de postres.

 

Foto: calamar