

Callos con jamón, un plato de casquería muy habitual en la gastronomía española, con el aliciente del acompañamiento de jamón. Se presenta como plato precocinado en lata de 380 g con abre-fácil, lista para calentar y degustar.
(edit with the Customer Reassurance module)
(edit with the Customer Reassurance module)
(edit with the Customer Reassurance module)
Los callos con jamón son una preparación muy completa y de factura artesanal que incluye, además de los callos de vacuno picados en pequeño, jamón, pata de vacuno, manos y morros de cerdo, cebolla, aceite de oliva, tomate, harina, sal y especias.
Originariamente en España los callos fueron una comida de las regiones del norte, particularmente de Asturias, que el tiempo y los emigrantes llevaron consigo e hicieron populares en otras zonas de la península, como Madrid donde hoy en día se considera uno de sus platos más emblemáticos junto con el cocido, los callos a la madrileña.
Al igual que en Francia cada zona prepara los callos de una manera diferente, variando principalmente el tipo de carnes o embutidos que acompañan. Más importante es el cambio que se encuentra en Galicia y Cataluña donde es habitual preparar los callos junto con garbanzos, lo que conforma un plato algo diferente.
En muchos países de Europa y también de Latinoamérica existen preparaciones con partes del tubo digestivo de los animales, principalmente de vacuno y de cordero. Como la preparación es bastante compleja, el plato precocinado permite degustarlo como se cocinaba en España en las tabernas, donde se empezaron a consumir y de donde han pasado hoy en día a las cartas de los mejores restaurantes.
Los callos son una comida más proteica que grasa, proviniendo esta última fundamentalmente de los añadidos cárnicos de cerdo, por lo que en su consumo solo debe vigilarse el contenido en colesterol.
Presentación: Plato precocinado en lata de 380 g con abre-fácil.