

Conserva de mejillones en escabeche elaborada a la manera tradicional sin ningún aditivo ni conservante. Cada envase incluye de 10 a 14 mejillones de tamaño medio. Se presentan en lata de 110 g con abre-fácil.
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La conserva de mejillón es un bocado exquisito que complementa cualquier plato al que se añada. Los arroces y muchos pescados agradecen mucho esta conserva y su consumo directo como aperitivo no solo alegra el paladar sino también la mesa con su intenso tono anaranjado.
España es un gran productor de mejillones a lo que ha sumado su saber tradicional con la técnica del escabechado. Este agradable aliño, que se elabora con aceite, vinagre, sal, laurel y especias, tiene un importante papel en la conservación del mejillón al que, hoy por hoy, está íntimamente ligado.
Para preparar las conservas de mejillones se comienza por clasificar y limpiar los moluscos procedentes de las bateas. A continuación se cuecen y se fríen en aceite de oliva añadiendo por último un suave escabeche, que permite conservar todo el sabor a mar del producto.
Las bateas son grandes estructuras de madera que su ubican cerca de la costa, en aguas poco profundas y de las que se hacen colgar cuerdas que permanecen sumergidas en el mar. Estas zonas, con aguas ricas en nutrientes y minerales, son un excelente medio para el desarrollo de múltiples moluscos como vieiras, almejas, navajas, o mejillones, que crecen anclados a estas cuerdas.
Las conservas de mejillones se fabrican cuando el animal está en su momento óptimo de maduración, entre septiembre y octubre.
En la composición del mejillón destacan las proteínas de buena calidad y la poca grasa que tiene, lo que le convierte en un alimento poco calórico. El alto contenido en minerales como yodo, hierro, calcio, sodio, fósforo, o magnesio, es otro gran aporte nutricional del mejillón.
Presentación: Lata de 110 g con abre-fácil.