Conserva de sardinas en aceite de oliva elaborada a la manera tradicional sin ningún aditivo ni conservante. Cada lata incluye 3 ó 4 piezas de tamaño medio a las que se añade el aceite de oliva que mejora su sabor y favorecer la conservación. Se presenta en lata de 120 g con abre-fácil.
La sardina es el pescado azul más conocido y popular. Su carne rica en ácidos grasos poli-insaturados es muy saludable para el organismo con beneficios para el corazón y las arterias. Destaca su fácil digestión y su contenido en minerales y vitaminas (A y D) que se mantienen íntegras en las conservas.
Desde el punto de vista culinario, las sardinas al aceite de oliva son un sabroso bocado y una buena forma de consumir pescado, tanto en aperitivo como en tapa, o incluso en bocadillo. La gran duración de las conservas así como el poco espacio que requiere su almacenaje, hace que siempre estén presentes en las casas españolas y constituyan un recurso muy útil en la cocina con el que se puede completar una comida, disfrutar de un tentempié o preparar numerosos platos en muy poco tiempo.
Las fábricas conserveras artesanales de España reciben las sardinas refrigeradas de los barcos y, una vez clasificadas por tamaño y peso, son limpiadas y descabezadas. A continuación se escaman y se cocinan para ser luego colocadas en las latas, a las que se añade el aceite de oliva.
Las sardinas en aceite tienen un gran valor nutritivo debido a sus proteínas de altor valor biológico que llegan a suponer el 22% del pescado. Entre los minerales que aportan destacan el calcio, el magnesio, y el hierro, muy adecuados para personas con necesidades nutricionales elevadas como los niños, los adolescentes, los deportistas y las mujeres embarazadas.
Presentación: Lata de 120 g con abre-fácil.