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Almendras: el sabor del dulce español

Gran productora y consumidora, España aprecia particularmente a la almendra de entre todos los frutos secos. Herencia de una historia compartida con los países árabes, los almendros embellecen nuestra tierra y forman parte delicadamente de nuestros mejores postres.

España es el segundo país del mundo en el cultivo de la almendra, detrás de los Estados Unidos que acapara más de la mitad de la producción mundial. Lógicamente, también es un alimento muy utilizado en su gastronomía. Se utiliza en infinidad de platos, como acompañamiento o en sus salsas, y es uno de los ingredientes más utilizados en la repostería española. Su uso en los postres tradicionales es herencia directa de la gastronomía árabe que ha condicionado gran parte de las recetas españolas.

Hay tres variedades de almendras autóctonas españolas: la marcona, que es la más cara por su calidad y dulzor, la largueta y la planeta. La variedad marcona es la que se utiliza en las Denominaciones de Origen de Jijona y Alicante (para la elaboración de sus turrones) y en la Denominación de Calidad Mazapán de Toledo.

 

Almendras

Almendras

Además de cómo ingrediente de platos típicos y postres tradicionales, las almendras se pueden tomar crudas y fritas (para ello se utiliza la variedad marcona ya que es la que menos aceite tiene en su composición) o garrapiñadas (bañadas en azúcar caramelizado) como aperitivo. La almendra también se utiliza para tartas, helados y para la elaboración de leche de almendras, que conserva todo su sabor sin perder ninguno de sus nutrientes.

El árbol del almendro se adapta bien a los climas extremos, sin embargo las heladas influyen en la floración (el almendro en flor es un espectáculo de la naturaleza) y posterior desarrollo del fruto. Estas incidencias climatológicas afectan al precio final del producto en el mercado, por lo que suele haber oscilaciones importantes según su producción que, en el caso de España, es exportada en un cincuenta por ciento a la Unión Europea.

Su aceite también puede utilizarse en la cocina, incluso en caliente, puesto que aguanta temperaturas elevadas. Su aroma, que recuerda ligeramente la almendra tostada, es muy interesante para aliños, pero al ser poco concentrado no suele utilizarse en repostería.

Por su valor energético, sus propiedades nutricionales, sus beneficios para la salud y la belleza y, sobre todo, por su exquisito sabor la almendra es el fruto seco español por excelencia.

 
Foto: Silverman68